TOXICIDAD
ORAL A 60 DíAS DEL ACEITE DE SACHA INCHI Y DETERMINACIÓN DE LA DOSIS LETAL 50
EN ROEDORES
Evaluar
la toxicidad oral a 60 días y determinar la dosis letal de los aceites crudos
de sacha inchi en ratas Holtzman y en ratones cepa Balb C57, respectivamente.
Para
la evaluación de la toxicidad oral a dosis repetida por 60 días se utilizó 24
ratas macho Holtzman divididos en tres grupos de ocho cada uno, los grupos
fueron: solución salina fisiológica 4 mL/kg (SSf), aceite
de
sacha inchi 0,5 mL/kg , durante el experimento se controló semanalmente el peso corporal y signos de toxicidad en los
grupos investigados, así como colesterol total, HDL, triglicéridos, glucosa,
urea,
TGP y fosfatasa alcalina a los 30 y 60 días de iniciado el experimento. Para la
evaluación de la DL50 se usó ratones macho cepa Balb C57 en grupos de diez
animales, se administró por vía oral dosis crecientes de aceites crudos hasta
alcanzar 1 mL/kg (37 g/kg)
Resultados.
Los parámetros séricos en las ratas indican que no existe toxicidad alguna a
los 60 días y que la administración de los aceites disminuyeron los niveles de
colesterol, triglicéridos e incrementaron
el
HDL con respecto al grupo control. La DL50 muestra que los aceites crudos de
sacha inchi presentan dosis por encima de los 37 g/kg de masa corporal.
Conclusiones. Los aceites de sacha inchi y linaza son inocuos a 60 días
y
presentan una DL50 por encima de los 37 g/kg de animal.
EL MANÍ Y EL ALZHEIMER
Las
dietas ricas en maní, ayudan a prevenir la enfermedad de Alzheimer se
caracteriza por la acumulación de la proteína amiloide en "placas"
dentro del cerebro.
En estudios en ratas,"no sólo reduce la sustancia amiloide, sino también
la respuesta a ella", según la investigadora Sally Frautschy, de la
Universidad de California en Los Angeles. .
Frautschy especuló que el mani podría ofrecer una clave para resolver este
rompecabezas, puesto que la sustancia posee "una larga historia de usos
dietéticos y medicinales", y también es un antioxidante poderoso y una
sustancia antiinflamatoria.
En su estudio, Frautschy alimentó a ratas de mediana edad, o nueve meses, y de
más edad, o 22 meses, con dietas ricas en mani. Con anterioridad, se había
inyectado amiloide en el cerebro de todas las ratas para imitar la enfermedad
de Alzheimer progresiva.
Este tipo de
preservación de la memoria puede haberse visto reflejado en el hecho de que las
ratas a las que se administró mani también obtuvieron resultados mucho mejores
en las pruebas de memoria de laberintos, comparadas con ratas en dietas
normales, según Frautschy.
El curcumín, al parecer, también redujo la inflamación del tejido neurológico
relacionada con la enfermedad de Alzheimer.